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¿Por qué me cruje la mandíbula?

Artículo escrito por el Dr. Nelson Gordillo Cortés

El crujido de la mandíbula es un fenómeno común que afecta a muchas personas. Este ruido puede manifestarse de diferentes maneras y suele estar relacionado con problemas en la articulación temporomandibular. Las causas del crujido mandibular son diversas e incluyen desde el desgaste articular hasta el estrés. Además, puede asociarse a otros síntomas que requieren atención. En este artículo te cuento los diferentes aspectos relacionados con este problema.

Tipos de ruidos mandibulares

Los ruidos que se producen al mover la mandíbula pueden variar en su naturaleza y frecuencia. Estos sonidos suelen ser indicativos de distintos problemas en la articulación temporomandibular y pueden clasificarse en dos categorías principales:

1. Clic o chasquido

El clic o chasquido es un sonido corto y puntual que puede ocurrir al abrir o cerrar la boca. Este tipo de ruido es generalmente breve y puede ser causado por varios factores, como:

  • Un movimiento forzado de la mandíbula.
  • Desajuste en la articulación temporomandibular (ATM).
  • Desplazamiento del disco articular dentro de la ATM.

Es común que las personas escuchen este sonido en diferentes situaciones, especialmente al bostezar o masticar alimentos. Aunque muchas veces no conlleva riesgos serios, es recomendable prestar atención a su frecuencia y a cualquier síntoma asociado.

2. Sonido o crujido continuo

El sonido continuo y chirriante, a diferencia del clic, es más persistente y se produce durante un movimiento continuo de la articulación. Este tipo de ruido puede describirse como un roce y se asocia generalmente con:

  • Processos degenerativos en la articulación.
  • Trastornos funcionales que afectan el movimiento mandibular.
  • Un desgaste progresivo de las estructuras articulares.

La percepción de este sonido puede indicar la presencia de problemas más serios y debería ser evaluada por un profesional para determinar la causa subyacente. La atención a estos ruidos es crucial, ya que pueden estar relacionados con un deterioro en la salud de la articulación.

crujido de mandíbula en mujer joven

Posibles causas del crujido de mandíbula

El crujido de la mandíbula puede asociarse a diversas causas, que van desde problemas mecánicos hasta factores emocionales. A continuación se describen las principales razones que pueden generar este fenómeno:

Desgaste articular y degeneración

El desgaste en las estructuras articulares puede ser una de las causas más comunes del crujido mandibular. Con el tiempo, las superficies de los huesos pueden deteriorarse, afectando la funcionalidad de la articulación temporomandibular. Este desgaste puede estar asociado a:

  • Envejecimiento natural de los tejidos.
  • Factores hereditarios que predisponen a la degeneración.
  • Alteraciones en el roce entre los componentes articulares.

Bruxismo y hábitos de presión

El bruxismo, que se caracteriza por el apretamiento o rechinamiento de los dientes, es un factor común en las personas que experimentan crujidos en la mandíbula. Este hábito suele ocurrir durante la noche y puede causar:

  • Tensión excesiva en los músculos de la mandíbula.
  • Desgaste de los dientes, lo que contribuye a cambios en la alineación.
  • Inflamación de la articulación temporomandibular debido a la presión continua.

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Maloclusiones y alineación dental

Las maloclusiones dentales, que se refieren a la desalineación de los dientes y encías, pueden intervenir en la forma en que se mueve la mandíbula. Una alineación inadecuada puede provocar:

  • Movimientos anormales de la mandíbula al hablar o masticar.
  • Estrés adicional en la articulación, aumentando el riesgo de crujidos.
  • Descompensación de los músculos que controlan el movimiento mandibular.

Estrés y factores emocionales

El estrés y la ansiedad pueden resultar en el apretamiento de la mandíbula, a menudo sin que la persona se dé cuenta. Incluso podemos sufrir dolor de dientes por nervios, que pueden afectar a toda la articulación temporomandibular. Estos factores emocionales pueden inducir:

  • Tensión muscular en la mandíbula, que puede reflejarse en crujidos.
  • Aumento de la frecuencia de episodios de bruxismo.
  • Comportamientos compulsivos que afectan la salud bucal.

Lesiones y traumatismos

Los golpes o lesiones directas en la mandíbula pueden alterar su correcta funcionalidad. Tales traumatismos pueden generar:

  • Inflamación o daño en la articulación temporomandibular.
  • Movimientos restringidos de la mandíbula que producen ruidos.
  • Dolor asociado que puede complicar aún más la situación.

Tratamientos para ruidos mandibulares

El tratamiento de los ruidos mandibulares puede variar según la causa que los esté provocando. Existen algunos tratamientos que pueden ayudarte a aliviar los síntomas asociados al crujidos de mandíbula, mejorando tu calidad de vida:

Cambios de hábitos y estilo de vida

Por supuesto, modificar ciertos hábitos diarios puede tener un impacto significativo en la salud de la mandíbula. Los cambios en el estilo de vida pueden contribuir a reducir los ruidos y las molestias asociadas. Entre los cambios en los hábitos y estilos de vida encontramos dos que tienen mucha importancia para esta afección:

Reducir el estrés

El estrés puede aumentar la tensión en la mandíbula, provocando ruidos y molestias. Es recomendable implementar técnicas de relajación como la meditación, el yoga o la respiración profunda. Estas prácticas ayudan a disminuir la ansiedad y la presión acumulada en la zona mandibular.

Seguir una alimentación saludable

Mantener una dieta equilibrada y evitar el consumo de alimentos duros o pegajosos puede ser beneficioso. Optar por alimentos fáciles de masticar reduce la exigencia sobre los músculos de la mandíbula y evita el sobreesfuerzo.

Fisioterapia y ejercicios mandibulares

La fisioterapia puede ser una opción efectiva para tratar los problemas relacionados con la mandíbula. Los fisioterapeutas pueden sugerir ejercicios específicos que ayudan a fortalecer los músculos mandibulares y a mejorar la movilidad articular.

Uso de férulas de descarga

Las férulas de descarga son dispositivos a medida que se colocan sobre los dientes. Se utilizan principalmente para combatir el bruxismo, evitando el contacto entre los dientes y reduciendo la tensión en la mandíbula. Este método ayuda a prevenir ruidos durante la noche y a proteger el esmalte dental.

Medicación para controlar el dolor

Cuando el dolor es significativo, los médicos pueden prescribir medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) o relajantes musculares. Estos fármacos pueden ayudar a disminuir la inflamación y aliviar la tensión en los músculos de la mandíbula.

Preguntas frecuentes sobre el crujido mandibular

¿Por qué me cruje la mandíbula al bostezar?

El crujido mandibular al bostezar puede producirse debido a un movimiento brusco o a una tensión acumulada en la articulación temporomandibular. Cuando la mandíbula se abre de manera amplia, los ligamentos y músculos pueden generar un sonido de chasquido o crujido, indicando que hay ciertas disfunciones en la ATM.

¿Qué hacer si me cruje la mandíbula al masticar?

Si se escucha un crujido al masticar, es importante prestar atención a los síntomas asociados. Se pueden considerar las siguientes recomendaciones:

  • Evitar alimentos duros o difíciles de masticar.
  • Practicar técnicas de relajación para reducir la tensión en la mandíbula.
  • Consultar con un dentista para evaluar la salud de la articulación y recibir un diagnóstico adecuado.

¿Cuándo se requiere tratamiento para el crujido mandibular?

El tratamiento se considera necesario en los siguientes casos:

  • Cuando el crujido viene acompañado de dolor significativo en la mandíbula o alrededores.
  • Si hay limitaciones en el movimiento mandibular o dificultad para abrir la boca.
  • Cuando los ruidos son persistentes y afectan la calidad de vida o generan preocupación.

¿Cómo puedo prevenir el crujido de mandíbula?

La prevención del crujido mandibular puede abordarse mediante varias estrategias que ayudan a cuidar la salud de la mandíbula:

  • Mantener una buena higiene dental y asistir a revisiones periódicas con el dentista.
  • Practicar técnicas de manejo del estrés, como la meditación o el yoga.
  • Usar férulas de descarga si se padece de bruxismo o apretamiento dental durante la noche.
  • Evitar hábitos perjudiciales, como morderse las uñas o utilizar los dientes para abrir objetos.
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